En ceremonia simultánea nacional, el sábado 19 de junio 2021 se llevó a cabo la ceremonia de Juramento de Bandera de un personal en formación a PORA.
Bajo el mando del Señor Contralmirante Rafael Arturo Aranguren Devia – Jefe De La Jefatura De Acción Integral y Desarrollo ARC y la notable asistencia del Señor Capitán de Navío Cesar Augusto Saavedra Dueñas – Director Profesionales Oficiales de Reserva de la Armada de Colombia, el Señor Coronel de Infantería de Marina, Alexander Hidalgo Picón – Director de Acción Integral y Desarrollo ARC, el Señor Teniente Coronel de Infantería de Marina, Misael Mosquera Badillo – Comandante Batallón Policía Naval Militar No. 70, y el Señor Capitán de Navío de Reserva, Maximiliano González Henríquez – Comandante Profesionales Oficiales De Reserva, se llevó a cabo la ceremonia en simultánea nacional del Juramento de Bandera de Cadetes.
Desde las ciudades de Barranquilla, Bogotá, Cartagena, Medellín, Sincelejo y Cali, un total de [incluir el numero de cadetes] cadetes dijeron al unísono “Si, Juro” al servicio de país por medio de nuestra institución naval. Los Señores Cadetes hacen parte del proceso de incorporación que inició en el año 2019 y el cual ha contado con instrucción en los ámbitos estratégicos y tácticos navales, de manera presencial y virtual.
De manera especial, a continuación, se presentan las palabras del Señor Capitán de Corbeta, José Orlando Rojas Orduz, Comandante del Curso de Formación del Comando de Apoyo a la Misión Bogotá.
“Aseguro a vuestra Señoría que no le daré la molestia de venir a recibir mi saludo, muy distante Usted, de este apostadero. Soy yo, quien iré… por el camino de la gloria a encontrarlo.” Almirante José Padilla.
Estos días, en que nos preparamos para celebrar el Bicentenario de la Libertad de nuestra república, traigo a colación palabras del Almirante José Padilla, al Almirante Español Ángel Laborde y Navarro, horas antes de enfrentarlo y vencerlo en las aguas del Caribe el 24 de julio de 1823.
Palabras que en Usted respetado Cadete, se revive la fuerza y la visión de nuestro héroe, gracias a su firme decisión de servir a la nación, más aún sobre las dificultades que hoy la agobian.
Es la razón, por la cual, a través de esta ceremonia engalanamos nuestro Pabellón para decirle a nuestra sociedad colombiana que, como dijo el almirante Padilla, lejos de esperar las dificultades, salimos a encontrarlas para enfrentarlas y superarlas. Muestra de ello son los Alumnos que simultáneamente en seis ciudades de Colombia, han ascendido a Cadetes Navales, después de varios meses de lucha, entrega, estudio, y que con la mejor actitud han decidido acompañar a los marinos de Colombia en esta ardua misión.
Mis palabras de motivación para Ustedes, porque los resultados de su preparación naval militar ya se materializan a través de las fronteras. Ahora bien, los días que siguen son cada vez de mayor responsabilidad, de la cual estoy seguro, erigirán con su mayor impulso, como proyección de la fuerza que en este momento despliegan, desde su piel y de sus poros, fuerza que sin duda, con la orientación de sus Oficiales Superiores, se aplicará en beneficio de la Institución y del País.
Mi invitación, además, para aplicar su potencial profesional junto con los conocimientos adquiridos en este curso de formación, en la plataforma del brazo no armado de nuestra Institución, a través del decidido apoyo a la acción integral y la generación responsable de opinión, para obrar como faros en los diferentes puntos de nuestra sociedad… allí donde los ciudadanos necesitan de sus señales, para coadyuvar en el avance de este gran navío que lleva a nuestro pueblo colombiano.
Reitero mis deseos por los mejores resultados en su gestión, tal que nuestra nave incremente su velocidad al máximo de nudos, tras el sostenimiento de la libertad que nos ofreciera nuestro General y Almirante. Desplieguen sus herramientas de navegación en el mar de conocimientos de cada una de sus profesiones.
No deseo continuar, sin antes presentar este Curso de Cadetes, a la mirada de Dios… Dios de los mares, Señor del Cielo y del Abismo, a quien obedecen los vientos y olas… para que sea su Luz, el faro de cada una de sus vidas… futuros Profesionales Oficiales…
Permítanme… respetable auditorio, cerrar mi intervención, presentando a cada uno de los Cadetes hoy ascendidos, al General y Almirante, quien seguramente se dirigiría como lo hizo hace doscientos años, a sus recios marinos:
“Cadetes, os aseguro la victoria porque éste, es el último esfuerzo de nuestro agonizante enemigo… vuestro General os acompañará como siempre, confiado en vuestro valor y la justicia de nuestra causa: Morir o ser libres”.

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